Lo primero que llama la atención es la forma del edificio, la primera impresión es de sorpresa por sus dimensiones y ausencia de colorido, que pasa al asombro cuando uno se da cuenta de que se trata en realidad de una catedral.
Diseñada por el arquitecto Edgar de Oliveira da Fonseca, la catedral dedicada a San Sebastián y construida en el centro de la ciudad, tiene una altura de 75 metros y un diámetro de 96 metros. En su interior cuatro vitrales monumentales escalan desde su base la enorme pared para unirse en el punto más alto a manera de cruz, este arreglo proporciona al interior luz y color.


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